viernes, 25 de marzo de 2016

LOS GUDIOL Y EL EXPOLIO DE LA PINTURA MURAL DE LA IGLESIA DE SAN FRUCTUOSO DE BIERGE (MONUMENTO NACIONAL, 1931)

Las correrías de los hermanos Josep y Ramón Gudiol Ricart por el Alto Aragón fueron funestas. Necesitaban un contacto privilegiado dentro de la Iglesia para arrancar pinturas allí, y en 1947 opositó para canónigo archivero de la catedral de Huesca, su primo el sacerdote de Vic Don Antonio Durán Gudiol. En 1949 los dos hermanos Gudiol se ponen de acuerdo con el canónigo catalán en la catedral de Huesca Don Antonio Durán Gudiol para perpetrar uno de los atentados más graves que se han hecho al patrimonio cultural español: el arranque de la pintura mural de la iglesia de San Fructuoso de Bierge. Todo ello se hizo sin las preceptivas licencias previas de la Santa Sede y de la Dirección General de Bellas Artes, por lo que toda esta actuación y sus actos posteriores son nulos de pleno derecho. Aquí explico cómo vendió el canónigo un lateral de pintura mural al Museo de Arte de Barcelona, y como regaló otro lateral a sus primos Josep y Ramón Gudiol. Las pinturas murales que había en Bierge estaban perfectamente conservadas, hasta el punto de que la Revista Destino en la exposición que se hizo en 1951 del lateral de pintura mural vendido al museo barcelonés, dijo que su estado de conservación era prodigioso. La codicia de los Gudiol devoró aquí el patrimonio cultural español y aragonés en este caso. El canónigo Antonio Durán Gudiol después intentó purgar su culpa. Pinche a continuación más abajo donde explico lo que pasó en este artículo publicado en el Diario del Alto Aragón:

LOS GUDIOL Y EL EXPOLIO DE LA IGLESIA DE BIERGE (HUESCA), MONUMENTO NACIONAL (1931)